Se estima que 250 millones de niños no saben ni leer, ni escribir, ni contar bien, independientemente de que hayan asistido o no a la escuela.
A escala mundial, 200 millones de jóvenes dejan de asistir a la escuela sin haber adquirido las competencias que necesitan para su pleno desarrollo, a lo que hay que sumar 775 millones de adultos (de los que un 64% son mujeres) que todavía carecen de las competencias básicas en la lectura y escritura.